Vuelve el Banco de Libros COMELIBROS

Tercos, insensatos, elevadores de cometas. Sí, a lo mejor eso somos. Tenemos un chat en WhatsApp de más de medio kilómetro con Amalia Londoño, la exsecretaria de Cultura de Medellín, en la que nos aseguraba, cada quince días, que estaba gestionando nuestra propuesta de pequeñas bibliotecas comunitarias, o pequeñas bibliotecas libres, y el banco de libros para Medellín. Hasta el mismo día en que dejó la secretaría, nos tenía citados para hablar del tema.

Nos reunimos con ella en el Planetario a principios de año, dijo que le gustaba la idea y que si podíamos confirmar los valores de la propuesta el mismo día. Salimos corriendo a hacerlo y lo logranos, le creímos a Amalia, a pesar de que muchos nos tacharon de ingenuos. El hecho es que se fue y hoy, después año y medio de gestión, no tenemos nada. No ha habido apoyo de la Alcaldía de Federico Gutiérrez para este tema al que le pedaleamos desde el comienzo de su administración y no podemos quedarnos esperando. La lectura es un tema urgente. Así que vamos a retomar la idea del Banco de Libros y las Pequeñas Bibliotecas Comunitarias, partiendo de la buena voluntad de los amigos y conocidos, ya que la del gobierno municipal exige la paciencia de Job que no tenemos.

La idea es simple: de los libros que nos donen, destinaremos algunos para la venta como libros usados por un pequeño valor, que junto con la venta de souvenirs para los amantes de la lectura, nos ayude a ir recolectando el dinero suficiente para pagar una bodega y el personal para clasificarlos y tenerlos disponibles para donar a las instituciones y fundaciones que lo requieran. La idea de la administración municipal, promovida por nosotros mismos en el artículo ¡Regalá un libro, compartí una parte de tu vida! no ha funcionado bien. Al menos así lo evidencia la falta de respuesta, más de un mes, a quienes escriben o llaman solicitando información para donar o regalar sus libros, para la muestra un botón:

Una vez logremos sacar adelante este proyecto continuaremos con las Pequeñas Bibliotecas Comunitarias o Libres, la cual no es una idea nuestra sino una iniciativa nuestra. La hermosa idea proviene de Hudson, Wisconsin en Estados Unidos y su simplicidad es asombrosa. Se trata de colocar unas pequeñas casetas de libros en parques y sitios públicos, con libros dentro y basados en tres principios de confianza ciudadana:

  1. Puedes tomar el libro que quieras y devolverlo.
  2. Puedes tomar el libro que quieras y dejar otro.
  3. Puedes dejar un libro de regalo.

La caja debe tener un doliente que se encargue de verificar el estado de la estructura, nunca cerrada, y de los libros. Por ejemplo en Rionegro Antioquia el colegio se encarga de cuidar la pequeña biblioteca libre Para conocer un poco más sobre Little free library los invitamos a ver este video y quedamos en contacto.

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