Suspendido el Banco de Libros de Comelibros por falta de recursos

Una idea que creemos buena, ganadora, con altas posibilidades de impacto social, debe suspenderse de momento por falta de recursos. El Banco de Libros parte del principio básico de conectar libros donados con instituciones educativas y de reclusión pero para hacerlo necesitamos de una breve logística de organización y una pequeña bodega para almacenar los libros. Pensando en eso, recurrimos a Juan Carlos Sánchez, encargado de promocionar la lectura en la Secretaría de Cultura de la Alcaldía de Medellín, sin resultados.

Luego de llevarle la propuesta del Banco de Libros, entre otras, con presupuesto y ejecución detallados, no volvimos a saber de ésta hasta que, pasados dos meses, al preguntarle por el Banco de Libros al Subsecretario de Bibliotecas, Lectura y patrimonio, nos dijo que ya se habían repartido los recursos para fomento a la lectura y que le extrañaba que no nos hubiéramos enterado pues se había hecho un plan de difusión masiva en todos los medios de la Alcaldía de Medellín. Se molestó incluso, cuando le dijimos que hubiésemos agradecido nos avisara de las convocatorias, ya que conocía el proyecto.

También le escribimos cada mes a Amalia Londoño, Secretaria de Cultura, desde abril hasta noviembre con iguales resultados, nada. Pero más allá del asunto burocrático y de los 23.000 millones que dicen que se invirtieron en 2016 para fomento a la lectura desde el Municipio de Medellín, de los cuales el Banco de Libros de Comelibros no recibió ni un solo millón, hemos decidido suspender de momento esta iniciativa, mientras evaluamos nuevas posibilidades que hagan sostenible la idea, como vender algunos de los libros donados u obtener recursos de instituciones internacionales que apoyen este tipo de ideas. Si alguien sabe algo al respecto, agradecemos la información.